14/05/2014 |

Acto de colación de grado año 2014

Discurso pronunciado por el director Lic. Zorzi Luciano en el acto de colación de grado realizado el día miércoles 14 de mayo en el Teatro Español de la ciudad de Santa Rosa.

Autoridades presentes, profesores, estudiantes, familia y especialmente nuestras graduadas, que son el motivo de esta reunión de la comunidad educativa :

         No puedo estar ausente de este acto tan significativo tanto para los que han concluido una etapa más de sus estudios, nuestros graduados, como para la vida académica del ISESS. Y lo primero que quiero decirles es algo que repito todos los años:

         USTEDES no serán nunca los EGRESADOS, sino los GRADUADOS, los discípulos aprobados que siempre se esperan de retorno para el ejercicio profesional. En nuestra Casa reunimos la sabiduría de la experiencia de nuestra planta estable de profesores, con el espíritu transformativo de los jóvenes incorporados al Instituto.

       Porque nuestros graduados son en palabras de Arent,  los “nuevos” y de los nuevos se espera lo inesperado…   la renovación… el cambio. Lo vuelvo a repetir: de los nuevos se espera lo inesperado, se espera la renovación, se espera la imaginación creadora que provoca el cambio.

           Pero no es tarea fácil la que les espera. Ustedes serán navegantes en mares tormentosos de tiempos de crisis. Tiempos en que sobrevive la pobreza, la injusticia social, la exclusión, la condena de los “sin casa”, “sin escuela”, sin derechos. La palabra CRISIS, en la escritura china está compuesta por dos caracteres que significan “peligro” y “oportunidad”. El peligro puede inmovilizar, pero la oportunidad es la esperanza que origina la utopía; el peligro, anestesia; la oportunidad mueve y conmueve; el peligro puede instalar el pesimismo del pensar un destino ya predeterminado; la oportunidad es el optimismo que busca salidas creativas. Los esperamos, graduados, instalando la esperanza, la movilización, el optimismo, la utopía. Pero nunca lo lograrán en soledad: instalen siempre la fortaleza de los vínculos. Decía Arendt, que la política se instala en el “entre”: el “entre todos” condición de la democracia. El “entre todos” de ustedes, se dará con los alumnos y docentes; con las comunidades en las que trabajan; con las familias y los niños sin derechos ni garantías; con los “otros” que nos necesitan. Nunca para protegerlos siempre para escucharlos y crear alternativas de cambio.

         Jóvenes navegantes, les voy a recordar las aventuras de Ulises, el mítico personaje griego a su regreso de Troya.   Mientras volvía a su hogar, en Itaca, pasó con su navío por una isla habitada por sirenas seductoras que con su canto eran capaces de capturar a los navegantes por el encanto de la melodía, llevándolos a la muerte. Pero Ulises no se dejó seducir por las sirenas, porque ante su seducción, opuso la fuerza de otra seducción más poderosa: la de su patria y la del amor, es decir el regreso a Itaca. Siempre hay dos caras de la seducción, una negativa como la de las sirenas y otra positiva que implica mayor esfuerzo, perseverancia y voluntad. La seducción perversa se asienta en la hipertrofia de lo emocional en detrimento de la racionalidad y se pone al servicio de los intereses pasionales. En la seducción de dimensión positiva lo emocional moviliza el razonamiento y la voluntad, es un esfuerzo de integración de emoción y razón. En nuestra metáfora, son los mismos vientos los que pueden llevar hacia el naufragio o hacia el puerto. Un navegante como Ulises necesita la seducción de Itaca, de la patria, del amor para seguir la ruta sin desmayo, para vencer los obstáculos y llegar al puerto. No se dejen seducir por el facilismo de la falta de compromiso; por la seducción del “no te metas”; por la tentación de los corruptos; por la voracidad de los deshonestos; por la democratización de la desvergüenza. Enfrenten la seducción negativa esclareciendo la seducción del amor a los “otros” y de la esperanza… Aun en la crisis más contundente alberguen la esperanza, los sueños, las utopías. Nos han dicho que la educación no cambia el mundo, sin embargo puede cambiar al hombre. Y ustedes, los nuevos, son la esperanza de la renovación y el cambio. Aun con los vientos en contra, no se dejen ganar por la desesperanza, el inmovilismo, la decepción o el pesimismo. Porque la desesperanza es esperanza que perdió    

su rumbo. Estoy segura que en la tormenta no perderán el rumbo. Por eso les dedico las palabras de Freire:

       Esto no quiere decir, sin embargo, que porque soy esperanzado atribuya a mi esperanza el poder de transformar la realidad y convencido de eso, me lance al embate sin considerar las limitaciones con que me enfrento...Mi esperanza es necesaria pero no suficiente. Ella sola no gana la lucha, pero sin ella la lucha flaquea y titubea…

Como al maestro Freire le encantaba el juego con palabras nos dice finalmente:

No hay esperanza en la pura espera,

Ni tampoco se alcanza lo que se espera, en la espera pura que así se vuelve espera vana.

                                                             

No nos pasemos la vida en la espera, sino construyendo sueños y utopías en la esperanza de verlas construidas.       

                 

Yo los he recibido como alumnos, hoy los despido como colegas y veo en ustedes la concreción de mis construcciones y de mis sueños. Navegantes ya han llegado a un puerto, sigan navegando hacia nuevas metas ….

A todos, muchas gracias.

         Dra. Vilma Pruzzo